La ilusión de una disparatada idea, ya sea onírica, mágica, fantástica, irreal... sentir esa sensación me produce de un destello furioso y juvenil casi imperceptible fisicamente, pero medible y vislumbrado entre mis emociones como el proyecto de un orgasmo.
Puede ser un gesto habitual, anodino y superficial, pero que se convierte inmeditamente en un rayo de luz especial que me incita a intentar ver las cosas con el ángulo preciso, capturar esa imagen en que la sonrisa se hiela en el momento justo antes del rictus amargo, y que el sonido del aire tenga mi timbre adecuado para entenderlo, esperando que el aroma de lo imprevisto me impregne y me vuelva loco antes de difuminarse, y ese -para mi- detalle erótico único e irrepetible como un movimiento anormal o descuidado lleno de potencia y de verdad, entonces ese gesto curioso me envuelve en la pasión y a la vez me sumerge en un mar de dudas... y sin que nadie lo aprecie todo ese fugaz instante se haya convertido en algo tan especial y esencial para mi...
Pero no lo consigo atrapar...