Te enseño mi vuelo para equivocar tu rumbo. Sígueme.

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Licenciado en Medicina y Cirugía. Frustrado Alquimista. Probable Metafísico. El que mejor canta los fandangos muy malamente del mundo. Ronco a compás de Martinete.

Coherente

 Ser tranquilo y vivir dejando aburrirse a la mente traviesa que busca recuerdos entre las hormonas. 

Soy rebelde a casi todo, menos a la edad biológica. 

No puedo buscar dónde sé que ya no hay. 

Acaso puedo buscar mi origen volviendo a nacer cada noche en mis sueños.

Tengo necesidad de saber de dónde vengo, para conducirme aunque sea irresponsablemente hacia adonde voy. 

No me importa tanto el destino - irremediable, supongo-  como el viaje. 

Viajar con la certeza de tener el crédito ilimitado da confianza al viajero. 

El destino es lo de menos, (a mi edad).

El crédito de autonomía es fácil que arda si no sabemos apagar la mecha antes de la jodida explosión.

Quedarse a mitad del camino es una opción. 

Volver es más complicado. 

Es cuestión de lágrimas mientras le damos la vuelta al calcetín.

A veces el tren de la vida descarrila sin nuestro consentimiento y nos deja varados en medio de la nada hasta que alguien resucita y por allí pasa una cofradía de pecadores que nos rescatan con afán de enjugar sus penas salvándonos de los coyotes de la noche. 

Bienvenidos sean.

PD: Ser rebelde tampoco es tan importante. Hay que ser coherente.