Te enseño mi vuelo para equivocar tu rumbo. Sígueme.

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Licenciado en Medicina y Cirugía. Frustrado Alquimista. Probable Metafísico. El que mejor canta los fandangos muy malamente del mundo. Ronco a compás de Martinete.

Huyo

Muchas veces pienso que la vida es una huida.
Huyo de los bobos que a mi se acercan con idiotas palabras.
Huyo de los listos que hacen lo mismo pero con palabras idiotas.
Huyo de los botarates religiosos que me quieren salvar antes de tiempo.
Huyo de los filósofos huecos que no piensan lo que dicen.
Huyo de los filósofos sólidos que no dicen lo que piensan.
Huyo de los presumidos, cursis y perfumados.
Huyo de los que leen el periódico de los demás.
Huyo de los estreñidos de vientre y mente.
Huyo de los abstemios de nacimiento.
Huyo de los maleducados que alardean de educación.
Huyo de los cien mil hijos de San Luis, y de sus cien mil padres.
Huyo de fiestas.
Huyo de una ciudad tan cainita y plana como la mía.
Huyo de los púlpitos civiles.
Huyo de los prosélitos engominados.
Huyo de los cofrades atormentados por su insignificancia,
Huyo de los duros ladrillos que sirven de asiento.
Huyo de los cobardes cibernéticos.
Huyo de las bombas de peste.
Huyo de los que matan a inocentes en nombre de dioses.
Huyo de los que matan a inocente en nombre de políticos.
Huyo de los que matan a inocentes en nombre de Dios.
Huyo de las redes asociales.
Huyo de las ciénagas televisivas.
Huyo de las autopistas atestadas de imbéciles como yo.
Huyo de mis enemigos cobardes que me apuñalan por la espalda.
Huyo de mis miedos infantiles.
Huyo de los perros rabiosos.
Huyo de la bruja de la azotea.
Huyo de los déspotas que van de honrados.
Huyo de los falsos.
Huyo de las cenas de los idiotas.
Huyo de las falsas promesas.
Huyo de las palabras dichas por decir.
Huyo de las razones sin razón.
Huyo de las mujeres que me gustan.
Huyo de mis recuerdos tristes.
Huyo de mis maldades favoritas.
Huyo de las cucarachas.
Huyo del futuro.
Huyo.