Te enseño mi vuelo para equivocar tu rumbo. Sígueme.

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Licenciado en Medicina y Cirugía. Frustrado Alquimista. Probable Metafísico. El que mejor canta los fandangos muy malamente del mundo. Ronco a compás de Martinete.

Disonante

Aunque a veces creas que no te escucho no es así, estoy pendiente de todas y cada una de tus palabras, de tus gestos al decirlas y del timbre de tu voz, de tu semblante tranquilo o irritado, del brillo de tus ojos y de tu actitud corporal.
Otras veces que te miro fijamente cuando me hablas no me entero de nada, ni quiero hacerlo, mi mente esta disfrutando de mis pensamientos y se evade como un halcón en una térmica muy tranquilo dejándose elevar solo con tener las alas en buena disposición.
Así soy.
Y así pienso que he de seguir siendo si quiero seguir siendo yo mismo.
Si quiero seguir siendo como soy.
Si quiero ser yo.
Sí quiero.
Yo.
(¿Me comprendes?)

Arpegios

Solo quiero ser tu suelo si siento tus pies descalzos.
Solo quiero ser tu almohada si te acuestas despeinada.
Solo tu cama si es para tu mente enamorada.
Solo tu duermes sobre mi cuerpo, tu.

Tu desnudas tu piel sobre mi piel desnuda.

Tu decides bien o mal. Siempre o nunca. Un principio y un final. 

Cuando lo que quiero se atreve a decir lo que pienso. 
Cuando el teorema se convierte en ciencia.
Cuando el divino primer rayo de luz de la mañana se convierte en pura tiniebla, en armonía sagrada.

Dicen los poetas que entonces nace la Magia.
Y yo digo que entonces cantaba la Maga...
La Luz.
La que vence Tinieblas (como cantaba la Lole)

Y me siento a escuchar como caen gotas en la tierra seca mientras suena con soniquete flamenco y haciendo compás a los truenos, una sonanta irreal de arpegios y falsetas, inventadas  por ancestros tocaores y cantaores... que resuenan, mágicos, con la lluvia, por bulerias.




Inocencia

Tengo en mi vida un dolor, que es lo mismo que tener un "dolor" (como dice la gente cuando no sabe explicar la causa de su dolor...) un rebelde y autista dolor, el dolor de los payos, el de los gachós, el mismo de los gitanos, el dolor de los dolores... ¡Cantemos al Señor!
Un dolor que duele y no deja nunca de doler porque disfruta "doliendo" lo mismo que algunas personas disfrutan dañando... (podría haber dicho "jodiendo" pero no he querido hacer comparaciones entre doler y joder) .
Duele.
Me duele.
Eso duele.
Es  lo que duele.
¿Te duele?
¿Te ha dolido?
El dolor es solo una percepción física. 
Un cuerpo bien entrenado o estresado aguanta tanto dolor como no nos podemos ni imaginar.
El hombre ha sido un carcelero cruel para otros hombres en todas las etapas de mi vida.
El dolor procede y proviene del hombre.
No puedo ni quiero olvidarlo.
He vivido el dolor y el horror y me lo han refregado por las narices muchas veces, aunque yo no haya estado en las cloacas ni en las trincheras.
¿Soy inocente?

¿Evolución?

El pez es feliz nadando en el agua. 
El ave es feliz volando en el aire. 
El hombre no es feliz viviendo en la tierra.
El instinto y la inocencia vienen implícitos en el ADN de los animales. Y nosotros teoricamente somos los animales mas evolucionados.
Salvo el instinto de mamar de la teta de nuestra madre o del biberón de plástico y el lógico del aprendizaje en los primeros años de vida, gatear, ponerse de pie, etc, el animal humano desprecia pronto sus instintos naturales para adquirir "conocimientos" y adoptar "comportamientos", según la zona geográfica donde le toque nacer, la religión en la que sea catequizado y la educación que reciba de sus mayores. 
Así que pronto vamos perdiendo la inocencia olvidando nuestros instintos naturales y antinaturalmente nos vamos deteriorando desde pequeños. Incluso se esta perdiendo el instinto de supervivencia y el de reproducción y conservación de la especie.
Me imagino que deben subsistir tribus aisladas en selvas no descubiertas aun, donde no se cercene el instinto natural a los recién nacidos y crezcan personas inocentes, felices y con sentimientos de bondad, de empatía, de compasión, de conciencia social y de conservación de la vida como el mas precioso don. 
Personas -como aves y como peces- que no conocen ni comprenden el egoísmo, la envidia, la codicia, los celos, el rencor, la ira, el odio...
Que envidia de los pájaros y de los peces...




Ni...Ni...


No soy ni joven ni viejo.  Ni alto ni bajo. Ni gordo ni flaco. Ni rubio ni moreno. Ni  guapo ni feo. Ni alegre ni triste. Ni listo ni torpe. Ni bravo ni manso. Ni ángel ni demonio. Ni devoto ni ateo. Ni cielo ni infierno. Ni blanco ni negro. Ni de arriba ni de abajo. Ni de adentro ni de afuera. Ni diestro ni zurdo. Ni del este ni del oeste. Ni antiguo ni moderno. Ni de aquí ni de allá.  Ni dulce ni amargo. Ni entro ni salgo. Ni débil ni fuerte. Ni grito ni callo. Ni frío ni caliente.  Ni chicha ni limoná. Ni pan frito ni rebaná. Ni tresillo ni sofá. Ni quito ni pongo. Ni voy ni vengo. Ni compro ni vendo. Ni llevo ni traigo. Ni vivo ni muerto. Ni Londres ni París. Ni contigo ni sin ti.



Opciones

Se me viene la vida encima y no me dejo aplastar por ella. 
Disfruto apartando hojas secas con los pies para ver si encuentro un tesoro.
Miro de vez en cuando en los surcos de mi cerebro por si he olvidado algo.
Lo importante no tiene la menor importancia, en serio. 
Es en aquellos detalles despreciables donde debemos prestar atención para conocernos mejor.
El sexo no condiciona al hombre.
El sexo opuesto si condiciona al hombre.
Un destello de luz es como una amenaza, prefiero un Cola-Cao calentito.
El hombre practico nunca lleva calzoncillos.
Se podría decir que no se tocar la guitarra.
Me interesa muchísimo todo lo que no recuerdo.
De vez en cuando es una expresión de poder absoluto.
La mentira es para mi lo mismo que para ti, no lo olvides.
En un cuarto oscuro siempre hay nadie.
Me gusta ver a las amapolas teñirse de rojo.
Una vez me mire al espejo con los ojos cerrados y me ví: no tenía ojos.
A veces tengo miedos.
Se me viene la vida encima y no me dejo aplastar por ella...
(Continuare... sin acento en la e)

Tragedia

Cuentan que las desgracias y malas noticias nunca vienen solas. Es absolutamente lógico y estadisticamente comprobable. Lo anormal sería que "la mala suerte" estuviera sesgada y manipulada. En eso se basa la "magia negra". 
La Rueda de la Fortuna (I.J. Relly dixit) no se detiene. Hoy pasa la flecha por aquí y mañana por allí. Al que te toque, le tocó. Vida  o Muerte. Riquezas o Ruinas. Dolor o Placer. Risas o Llantos. Estos son los Premios.
Pero no culpemos a Seres Supremos.
Somos los Hombres los que hacemos girar a la dichosa máquina y los que otorgamos todos y cada uno de los premios en la Tómbola de nuestros días.
Dios no es mecánico de coches ni de aviones.
Dios no fabrica escopetas ni venenos.
Dios no trafica con drogas.
Dios no se tira en paracaídas.
Dios no "manda" epidemias ni hambrunas.
Dios no hace fieros a los leones.
Dios no es el hombre del tiempo, no organiza terremotos ni tsunamis.
Dios no sabe nada de estas costumbres mundanas. 
Mi Dios se que esta muy ocupado diseñando amaneceres y atardeceres, pintando flores con colores imposibles, soplando brisas para que se mueva la yerba a compás, diseñando alas de mariposas cada vez mas etereas, esculpiendo uno a uno los copos de nieve, puliendo los granos de arena fina, salando el mar, desatascando volcanes que no deben apagarse, amasando nubes con formas de animales, sacando brillo al sol y limpiando la plata de la luna...
La verdadera tragedia es ignorar estas verdades.
(para mi)

Mil Palabras

Me gustaría tener una grabadora de sueños.
Un lector de pensamientos ajenos.
Un interprete de sonrisas falsas.
Un decodificador de arrugas de expresión.
Una lavadora de malos pensamientos.
Un microondas para descongelar besos.
Un lavaplatos para enjuagar malos humores.
Un extractor de caricias.
Un horno caliente de pasiones.
Un grifo abierto de lujuria.
Un cajón de corazones de colores.
Una lámpara de la verdad.
Un baúl lleno de olvidos.
Un aspirador de reproches.
Un ventilador de buen humor.
Una escoba de bruja.
Una alfombra voladora.
Un caballo de cartón.
Una pelota de trapos.
Una imagen.
Mil Palabras.

Supongo.

Supongo que ahora que termina el verano empieza el otoño.
Supongo.
Supongo que debemos salir del agua y secarnos con la realidad.
Supongo.
Supongo que encontraremos nuestras vidas tal y como las dejamos.
Supongo.
Supongo que al llegar a casa la encontremos vacía de recuerdos.
Supongo.
Supongo que nuestros cuerpos se acostaran en las mismas camas.
Supongo. 
Supongo que al despertar estaremos en el mismo sitio.
Supongo.
Supongo que el espejo nos devolverá las mismas imágenes.
Supongo.
Supongo que la luz del día iluminará los mismos espacios.
Supongo.
Supongo que el tiempo nos ofrecerá las mismas oportunidades.
Supongo.
Supongo que no te habrás olvidado de mi.
Supongo.
Supongo que no te habré olvidado.
Supongo.

Amor Medicinal

"Dejate querer, mujer, dejate querer... dejate querer mujer cruel..." 
Copio la letra de mi amigo Soto porque ultimamente en muchas ocasiones se me viene a la cabeza.
No basta con querer, también hay que dejarse querer.
Regalemos el Amor.
Dejemonos ser amados.
Dejarse querer es un sentimiento muy parecido al sueño agradable y confiado cuando sabes que al despertar estarás descansado y feliz. Te abandonas al sueño. Te dejas dormir.
Si te dejas querer con confianza notarás en poco tiempo los efectos beneficiosos que el Amor que te regalan produce en tus neuronas.
El Amor bien administrado es un bálsamo medicinal. No tiene contraindicaciones. No produce efectos secundarios perjudiciales. El Amor recibido no tiene fecha de caducidad. 
El Amor no tiene Precio.

Caminar

Dice un viejo dicho: "el que deja el camino para coger verea en vez de avanzar, rodea..."
Y yo no se siquiera si he encontrado el camino o si voy por la "verea", si avanzo o rodeo...
Pero si se que me propongo todos y cada uno de mis días dar los pasos necesarios para avanzar en el conocimiento de mi mismo, en fortalecer mi autoestima, en ser a cada paso mejor caminante ya sea por el piso que sea.
Saber el terreno que pisamos es condición indispensable para caminar con seguridad. 
Y después apoyar los pasos con firmeza y decisión, caminar con la mente despejada, disfrutar del paseo.
Es mucho más importante el camino que la meta. Esta nunca es la que creemos, nunca está donde nos dijeron que estaría. 
Y el camino siempre se debe hacer en solitario, es un error pensar que andar acompañado será mas llevadero.
No importa que estemos rodeados de nuestra familia, de nuestros hijos, de nuestros amigos... eso da igual. Es una disposición personal e intransferible. 
Necesito caminar a diario hacia adentro de mi propio subsconsciente para fortalecer mi alma, para poder dar a los demás lo mejor de mi, para no equivocarme al elegir el camino o la vereda, ya que siempre acertaré...
Yo también "he andando muchos caminos y he abierto muchas veredas; he navegado en cien mares y atracado en cien riberas..." y ahora me doy cuenta de lo feliz que soy haciendo mi camino...
No pretendo llegar a ninguna meta. 
Solo quiero caminar.

¿Me entiendes?

Tengo tantas dudas dentro de mi cabeza que ni escribir puedo o debo.
Y no debo porque los agnósticos nunca estaremos seguros de nada.
Hoy creo que sé algo, mañana sabré que ayer no sabía nada.
Mi agnosticismo no tiene nada que ver con dioses varios.
Mi agnosticismo tiene que ver conmigo como deidad de mi propio universo.
¿Quien soy yo?
¿A donde quiero ir?
¿Como?
¿En quien quiero creer?
¿A quien quiero querer?
¿Como quiero creer y querer?
Entiendo que la Metafísica es mi Ciencia preferida.
Soy esencialmente escéptico, y  en cambio me gusta creer en lo inexplicable, por intuición natural.
Acepto la realidad cotidiana como si fuera un sueño, donde puede haber mil variables distintas y todas perfectamente aceptables.
Cuando despierto disfruto del sueño como si fuera real, como experiencia plena.
No quiero ser esclavo de actos rutinarios y previsibles como si fueran un dogma inmutables.
Soy tal y como soy y no debe ser de otra forma, aunque cada día me disfrace de mi propia persona.
Y cada día busco dentro de mí a mi propio yo.
Como ahora.
¿Me entiendes?

Ojos abiertos

Me gusta bucear con los ojos abiertos, bajar unos metros y ver las luces atravesar el agua salada como flechas informativas. A veces distingo un tesoro asomando bajo el lodo del fondo pero no me atrevo a bajar y descubrirlo. No es bueno mover los tesoros de las entrañas de la tierra así porque sí.
Lo mejor es pensar que lo que la vida nos brinda a la luz del día debemos dejarlo reposar unas cuantas jornadas antes de apresurarnos y que aparezca el dueño y nos atribulemos.
Entonces sigo buceando relajado con los ojos como platos y veo un lenguado que se revuelve en la arena de los bajos, pero se que no le gusta que lo moleste y sigo mi camino.
A los peces no les gusta que se les moleste cuando descansan.
Buceo entre las algas del fondo y me encuentro con viejos amigos desaparecidos años atrás, que en estos días mas cálidos bajan del cielo a rastrear almejas finas, rebuscar cañaillas y drizar longuerones.
Los beso con cariño y les doy recuerdos para mis familiares. Me dicen que mis sangres andan felices de cacerías por los montes de nubes y que no paran de enredar.
Yo sigo buceando hasta llegar a las pozas donde barbean las viejas corvinas tranquilas y los mas pendencieros pargos que me ponen malas caras... y me marcho antes de tener peleas.
Me falta el aire para rencillas submarinas.
Y cuando salgo del agua fresca a respirar una bocanada de aire oxigenado que me reviva y me de otra perspectiva... yo no quiero resignarme y quiero seguir buceando con los ojos abiertos.
Aunque sea despierto.

Ojos cerrados

Cerrar los ojos es a veces vivir la realidad. Es abandonarnos  a nosotros mismos para que nuestro Yo interior - La Verdad- se convierta en protagonista de la película de nuestra vida. 
Yo no solo cierro los ojos para no ver, sino para Ver... para verte.
En la soledad de la no luz de mis ojos cerrados puedo iluminarlo todo. Tengo millones de kilovatios de potencia de energía lumínica que alumbran cada centímetro de tu piel. Cada poro de tu cuerpo. Cada arruga de tu cara. Cada peca de tu cuerpo. Cada rincón de tu alma. Cada duda de tu corazón. Cada ansiedad que te atormenta. Cada suspiro. Cada lágrima no derramada. Cada deseo escondido entre tus sábanas.
Te veo.
Con los ojos cerrados.
Y sigo durmiendo solo entre grandes almohadas que van dejando huella en mi piel. Me dejan el asombro del dibujo de los bordados como arrugas de plastilina que me descubro grabado en mi piel por la mañanas.
Y dejo mi sudor y mi olor a hombre solo guardado entre las sábanas blancas.
Como un tesoro.
Para ti.

Soledad y silencio

De desviaciones de la realidad se fabrican muchos miedos absurdos.
Por la imposible obsesión de querer adelantarnos al paso del impertubable tictac del reloj nos invide la angustia y la desesperanza. A veces queremos acelerar el fluir del tiempo acelerando nuestro corazón como si este fuera el motor de los minutos y las horas. Pero cada gota de agua y cada grano de arena y cada soplo de brisa tienen su identidad, su tiempo, su ser. Nada será y ninguna cosa dejará de ser sino es a su debido tiempo.
Otra circunstancia que modula apariencias y voluntades es la terrible apreciación de nuestra absoluta unidad. Somos únicos. Impertubablemente únicos. Yo noy tu, yo no soy el reflejo de luz que se crea en tu retina, ni soy la voz que llega a tus tímpanos, ni soy el olor que tu hueles, ni el tacto de tus manos en mi piel... soy otra persona diferente a la que solo puedes llegar a comprender despojandome de todas mis cualidades físicas: soy y seré un concepto, una abstracción.
Soy mas alma que cuerpo, luz que imagen, sonido que voz, aroma que olor, recuerdo que presencia...
Y ahora que usamos el silencio para decirnos tantas cosas es cuando mejor te comprendo.
Ahora es cuando oigo tu llanto sin lágrimas, oigo tus dudas y tus lamentos, oigo tu pasar como oigo la llama de una vela cuando se apaga y cesa de decir poesias.
El silencio que compartimos es mas silencio que la muerte. Es silencio de reproches que se han dicho, de fosas cavadas humedas y vacias, silencio rotundo y sepulcral que espera sonriente con su gran boca devoradora que voluntariamente ocupemos nuestro lugar en la tumba antes de morir.
Silencio sin sentido para mi.
Soledad.

Ahora soy yo

Sería la tenebrosa oscuridad ladrona de luces y colores y de puntos de apoyo o sería la ausencia de voces amigas y confortables pero empecé a tener miedo demasiado pronto.
A veces la diplopia y los fantasmas mareantes me atacaban antes de dormir y no sabía que me pasaba, tan solo me aferraba a la luz del pasillo y a las voces y ruidos de la cocina.
Dormía con un ojo cerrado y otro abierto para vigilar la luz.
Mala antorcha la oscuridad. Mala compañera la soledad.
Después vino el terremoto que me dejó en herencia mas temor a las noches y a dormir para no despertar. Quizá entonces hasta los ruidos se convirtieron en una amenaza para mi. 
Estando un día en el recreo del colegio pasó un avión algo mas ruidoso de la cuenta y tuve una crisis de angustia pensando que estábamos en guerra y al momento llegarían las bombas.
Otro día estando castigado en el estudio de las siete de la tarde oí la sirena de los bomberos y comencé a temblar convencido que mi casa estaba en llamas. Salí corriendo y no paré hasta comprobar que todo estaba bien, sin fuego.
Y huí de los espacios cerrados como ascensores y sótanos.
Y evité las aglomeraciones de personas y cosas.
Era tan frágil que necesitaba siempre dominar la puerta de escape.
Pero tampoco sabía estar solo en grandes espacios abiertos.
Ni muy alejado de mi casa y de mi gente.
Hasta en las excursiones de fin de semana con los Montañeros lo pasaba mal y no disfrutaba como mis compañeros.
Y los curas se encargaron de alimentar otras clases de miedos espirituales y remordimientos diarios que estuvieron a punto de tumbarme.
Miedo a la oscuridad, a los ruidos, a la soledad, a estar encerrado, a viajar, a los aviones a lo desconocido...
Pero supe sobrevivir.
E incluso pude sobrellevar la terrorífica hipocondria de todas y cada una de las enfermedades mortales que padecí en mis años de estudiante de medicina.
No me quiero ni acordar.
Pero aquí estoy.
Y os aseguro que no fue por falta de cariño como cierta vez me insinuó un siquiatra cuando tuve ataques de angustia...
Ahora soy yo, muchos años después de ser aquel joven miedoso y estrafalario a quien tanto quiero y a quien tanto le debo.
Ya no tengo miedo.
Ahora soy yo.

Mi Destino

Revolotea un águila negra o quizá un cuervo en una térmica sobre mi cabeza. Se que me observa y me estudia, que cuenta mis pasos y sopesa mis bolsillos. Tiene paciencia y sabe mantenerse flotando en le aire sin apenas mover las alas. Debo dormir a cubierto en cuevas frías hasta llegar a mi destino. Debo entregarme a mi mismo como ofrenda a las diosas materialistas. Yo soy el cordero de ese dios pagano que rige los destinos del mundo. Yo soy yo y todo lo que ustedes quieran de mi. Yo tengo, luego existo.
Pero no puedo dudar en las encrucijadas del largo camino, si lo hago me perderé. No dudo porque mi destino -mi fin- curiosamente me viene dado por el vuelo rapaz de mi vigía, que sin darse cuenta me va marcando cual es el sendero que no debo seguir... el sendero que me llevaría al desfiladero, a las cataratas, al barranco pedregoso, al territorio de las hienas y de los buitres...
Y por eso
Sigo a la intuición que emana de mi corazón.
Sigo al calor de los cuerpos que me quieren.
Sigo al amor que me queda dentro.
Sigo al dolor purificador.
Sigo a mi soledad.
Sigo al mismo temor que me oprime la razón.
Creo que es el miedo a lo desconocido el que guía mis pasos y el que me acerca al fin del sufrimiento.
Esa es mi brújula.
Ese mi destino.

Piensalo.

Hoy (ahora) quizás tenga ganas de hacerme una sangría de mis azules venas para regalarte un mensaje que no puedas olvidar...  o quizás tenga ganas, (quizás) de someterme aun transplante de cerebro pero contigo mismo, sin anestesia, solo por el placer de sentir la gloria de tener un cerebro nuevo, aunque sea prestado y pensar con otras neuronas a ver si siento lo mismo que siento ahora.
Convertirme en un Frankenstein cerebral, en un usurpador del cerebro de quien yo quiera y pensar con sus pensamientos y tener sus recuerdos y sus ambiciones y que tus secretos mas profundos sean mis absolutas certezas.
Entonces, después de estremecerme, yo podré devolverte tu cerebro que ya no será completamente tuyo sino que tendrá algo de tu bioquímica y de mi locura. Algo de nosotros.
Eso sucederá si vuelvo a soñar contigo. 
Piénsalo.

Defensa.

El Hombre ha entrado en la etapa del Miedo. No vemos más allá de las noticias. Nos quedamos expuestos como títeres a los deseos - a ser hipnotizados- por los magos de las Santa Comunicación. Y todo es Miedo y Tragedia y Muerte... el Horror, el Horror...
Aunque creamos que el Horror se encuentra detrás de la pantalla de plasma y lo escondemos con cambiar el canal, aunque miremos disimulados en dirección contraria sin cruzar los ojos con la Tragedia cotidiana de nuestros vecinos, cadáveres que deambulan como zombis por las calles muchos de ellos con flores en la solapa camino del baile y los clarines, otros con ropones de funcionarios públicos domesticados por las urnas y las falacias, no podemos dejar de impregnarnos con el tufo a pavor y adrenalina que exhalan los cuerpos rezumando miedos y ansiedades.
Y es que la Realidad es tozuda y tiene maneras de furcia: no es posible siquiera vestirla de seda. Una muerte es una muerte ya sea en Africa, Siria o en Tomelloso. Es la Muerte. Un niño es un niño en el mundo entero. Un asesino no es distinto de otro por el color de su piel, su raza, su religión, sus uniformes o sus dineros. Una mierda es una mierda aunque le pongamos colonia y la envolvamos en papel de seda.
Y mientras suenan los petardos y las tracas, los tambores de júbilo y las palmas a compás.
El Cerebro se tiene que defender de alguna manera.
¿Es justo?

Las nanas trágicas

Me gusta que me cuenten cuentos antes de dormir, ya estoy embozado y calentito con mi esquijama dentro de la cama-mueble o del sofá-cama con su raja enmedio donde meto las manos y los pies con los calcetines que se quedan atrapados, mientras mi tata tararea antiguas nanas de juanito subio a valla por ver si venía el tren y el tren que venía pitando juanito se dió al caer cuando el maquinista vió la vía llena de sangre fue corriendo al hospital a llamar al señor alcaide... que esas eran las coplas que yo escuchaba antes de dormirme, nanas de tragedias y sangre y el cancón y la cancona, y manuela se paseaba por una acerita alante pero llego su novio o su marido con un ataque de celos y le pegó unas cuantas puñaladas que la dejó seca en el acto... eso cantaba mi tata mientras mecía la silla con un tac tac como de reloj de madera y yo abría los ojos y sabía que estaba allí sentada y veía la puerta entreabierta y la luz del pasillo al fondo y a veces escuchaba las voces amigas de mis padres en su cuarto y entonces me relajaba y me dormía tan tranquilo hasta que me despertaban a media noche para hacer pipi en una escupidera de plástico y algunas veces me entraba miedo de la oscuridad y tenía mi tata que volver a cantarme las coplas de amor y muerte y tragedias con las que yo me volvía a dormir y a soñar Dios sabe con qué.

¿Donde los Hombres?

Antes de morir todos debemos tener un instante temporal eterno de recapitulación.
Un si pero no estoy vivo y que me muero ya mismito y tengo que dejar por una vez en mi puta vida vida que mi cerebro piense en lo que le de la gana.
Y mi absurdo cerebro de ser viviente de "vivo sin vivir en mi y tan alta vida espero que muero porque no muero", en ese segundo último tendrá lucidez de agonía y verá lo que le espera.
Entonces como ya el tiempo no existe y solo somos nosotros y nuestros  recuerdos -cerebros-  podemos repasar una y mil veces cada segundo de nuestra existencia... llamemosle vida, o llamemosle muerte.
Hasta los ángeles mas bonitos de los catecismos más antiguos se asombrarán de nuestros pecados más veniales.
Y nuestro Juez Supremo  -benévolo- perdonará nuestros olvidos y faltas, nuestras grandes y pecaminosas ofensas a Dios de Palabra, Obra u Omisión. Es el Redentor.
Yo he olvidado tanto mal que he hecho... Pero no he olvidado el Mal que he visto hacer a los demás. No puedo olvidarlo.
No se si peco por el mal que hago inconsciente o por no evitar conscientemente el mal que me rodea, el absurdo mal ajeno... que lo veo ante mis ojos y me callo y miro al otro lado...
Yo soy un absurdo cero a la izquierda en las cuentas del Bien y del Mal.
¿Donde los Santos?
¿Donde los Papas?
¿Donde los Angeles?
¿Donde los Justos?
¿Donde los Curas?
¿Donde los Hombres?

El Color del Dinero

El Dinero es una Mierda. 
Pero esa Mierda tiene Dueñ@. 
El Dinero tiene cara y sexo y color y olor.
Putrefacto.
Olor.
A Mierda.
Sabor.
Y sabe a Herencias y a Catafalcos.
A Tumbas.
A Podredumbre.
A Avaricia.
A Codicia.
A Soledad.
A Nada.
Yo no quiero pertenecer a ese gran grupo de Mierda que solo piensa en el Dinero.
Yo quiero ser sensato y vivir sin avaricia, codicia, soledad, nada...
Quiero tener Algo.
Pero que no sea Dinero.
Así seré Rico.
Y estaré Vivo.
Lo que me resta de Vida.
Sin Dinero.
EPITAFIO.
Amén.

Obsesión

La Obsesión es como una potente droga. 
Se va introduciendo dentro de tu cerebro alojándose en  los espacios entre las neuronas e impregnando a estas del humor viscoso que rezuma. 
Nubla la mente que ocupa. 
La verdadera Obsesión aturde el funcionamiento de las conexiones cerebrales y va convirtiendo al obsesivo en un neurótico cegato que no ve más allá de sus zapatos. 
Un perturbado por su idea obsesiva.
Un enfermo.
Pocas veces un genio.
O un poeta.
Alguien que sufre.
Un loco.
¿Un cuerdo?

Verdad.


Hubo un tiempo en que las personas que “sabían” dudaban antes de contarlo. Era ese tiempo en que las personas que sabían algo lo escribían y con prudencia, con timidez, lo enseñaban a otros “que sabían” para que les dieran su opinión. Era el tiempo de las luces.
Tiempo de las luces de la imaginación y de las luces de la sinceridad. El tiempo de la verdad. El tiempo de la franqueza.
Los tiempos de las personas limpias de corazón aunque estuvieran rodeadas de atrocidades, aunque estuvieran impregnadas de las podedumbres de los mentecatos asesinos que infectaban el aire que repiraban.
Nunca “El Horror” pudo con los sensatos, con los valientes anónimos, con los rectos de actitud filosófica, con los que sueñan y luchan a pesar de tener miedo, con los débiles por fuera pero de acero por dentro, con los que se dejaban comer por los leones pero resurgían en los misales en estampitas en banco y negro.
Me manifiesto yo solo con pancartas (y ando por las calles lluviosas y húmedas) a favor de los justos, de los coherentes, de los pacientes, de los callados, de los sinceros, de los lógicos, de los soñadores, de los que temen, de los que callan por no poder hablar sin morir torturados, de los que rezan en nombre de sus dioses queridos, de los que esperan la muerte en paz y sin gracia de dioses, de los que leen casi sin pupilas, de los que siguen creyendo en Dios o en los hombres o en sí mismos, pero con la esperanza de un mundo mejor para todos.
Me manifiesto con los santos y con los pecadores, con los golfos y los juerguistas, con los mansos y con los bravos, con los altos y con los bajos, con los delgados, los gordos, los guapos y los feos, los atletas y los mentecatos…
pero no con los mentirosos ni con los falsos, no con los de las caretas, con los de las corbatas con gomillas, con los de las voces engoladas, con los de las posturas impostadas y los días de gloria y los dineros prestados… No quiero estar a vuestro lado nunca. No me hableis.
Para ser feliz necesito Verdad.


Sueños con espaguetis cuadrados

¿Por qué no hay espaguetis cuadrados? o triangulares, trigonométricos logarítmicos o dodecaédricos.
¿Son preguntas sin respuestas porque son respuestas sin preguntas? 
Puedo soñar con cosas así durante toda una noche.
Sueño con peines o cepillos que peinan infinitos pelos que los tengo que contar uno a uno y casi al final se me escapan y debo volver a empezar. 
Montañas que subo a pie o en coche, cada vez mas cerca de la cumbre y cada vez por un desfiladero mas peligroso de carriles que se acaban en terroríficos barrancos.
Túneles llenos de personas que tienen miedo y prisa por salir, pero que todos llevan el camino equivocado que termina en un angosto pasadizo cada vez mas estrecho y sin salida.
Y yo me veo arrastrado por la muchedumbre intentando explicar lo inexplicable.
Casas grandes antiguas y viejas llenas de pasadizos y de secretos, de cuartos oscuros y de trasteros olvidados, de camas húmedas, de ropas gastadas, de luz amarillenta...
Ciudades desconocidas por las que transito y no reconozco los edificios ni las calles, aunque siempre tengo la esperanza de encontrar un sitio conocido donde respirar aire puro.
Habito de nuevo mis casas antiguas que ya son otras y tienen otros aspectos.
Cierro siempre persianas y ventanas antes de dormir.
Eso soñaba cuando tenía fiebre.

Libertad

Pensar... ¿Es útil para ser feliz? Es necesario. ¿Donde está el límite? Es un proceso vicioso, autoalimentado: pienso, luego existo, luego pienso, luego existo... A veces dejamos de pensar antes de morir fisicamente. Otras veces seguimos pensando después de nuestra defunción oficial. Me gusta dejar en libertad a mis neuronas y que se atrevan a traspasar las reglas del pensamiento "lógico" y "coherente". Me gusta transgredir con mi mente los límites impuestos por una sociedad cobarde y autoritaria. Disfruto con las ideas revolucionarias. Son las que hacen que mejoren las personas. Ser estático es estar prisionero de uno mismo. El miedo es nuestra propia cárcel. La ansiedad es el miedo a que llegue la noche fría atrapados en las mazmorras. La depresión es la mente que espera la sentencia final. Por eso pido libertad de pensamiento. Libertad de opinión. Libertad.