No sé si volverán las golondrinas, ni siquiera sé si de verdad son oscuras o es que ya no nos fijamos en la color de los pájaros...
Hay tantas cosas que decimos o pensamos que ya es imposible acordarnos de si sí o si no...
Yo a veces creo que estoy pensando en secreto y resulta que estoy pensando en alto haciendo morisquetas y riéndome o poniéndome triste sin darme cuenta en medio de la calle o dónde me encuentre distraído.
No sé si volveré a mis veinte años y a una mañana de entonces, pero si sé que recordaré aquellos tiempos porque era cuando tuve esa magia especial... Tenía un poder sensacional que nunca me importó de adónde vino. Nunca pregunté.
Pero me daba cuenta de todo. Inconscientemente.
Nunca fui consciente. Solo sé que no sabía lo que luego supe. Pero disfrutaba.
Y eran tiempos de miedo, de amor y miedo, pero de más miedo que de amor. Pero disfrutaba.
Y fueron tiempos de tribulaciones y secretos.
Y de amores jóvenes.
Después vinieron los tiempos de la vida real (como la vida misma... dice la gente).
Se asfaltaron las calles de mi infancia.
Se llevaron los adoquines de mi niñez para otras calles, supongo.
Espero que resistan lo que resistieron conmigo.