El Mal, ya sea en blanco y negro o en colores,
no solo existe en los documentales de las guerras mundiales donde vemos imágenes de los trenes de al muerte y de los hornos crematorios del nacional-socialismo,
o de las hambrunas permitidas por los comunistas erradicadores de millones de personas tratadas como insectos molestos
o lo hemos visto en imágenes de aniquilaciones de ciudades enteras ya sea a golpe de bombas atómicas americanas
o a golpe de machetes amputadores manejados por enloquecidos mercenarios
o por los que estrellan aviones bomba contra pacíficos oficinistas y poetas
o grabado en esos videos de asesinos despiadados que decapitan a inocentes en nombre de dioses
o los iluminados que con camiones aplastan a los pacíficos paseantes
o cuchillo en mano salen a asesinar al primero que se les ponga por delante
o a la tragedia diaria de políticos tercermundista que arman a niños inocentes y los drogan empujando y animando para matar a los de la aldea de al lado
o los supremacistas étnicos con uniformes chusqueros que deciden aniquilar a los vecinos molestos
o en las mentes tortuosas de los nacionalistas terroristas que se alegran de la muerte de españoles inocentes
o en los policías americanos que disparan antes de preguntar y siempre a negros
o en las enredadas costumbres mafiosas de sangre por sangre aunque sean inocentes las víctimas
o en las noticias diarias de perturbados celosos machistas asesinos de mujeres y niños
o en los criminales pedófilos torturadores de la infancia
o en torcer la inocencia de un niño
o en hacer sufrir deliberadamente, friamente, sin motivos
o en todo lo que por miedo dejo detrás...
El Mal es cosa de los hombres y de las mujeres, de adultos.
Nosotros decidimos.
Y no hay termino medio.
No puedo elegir hacer Mal solo un poquito, un ensayo, un ejemplo, una parte, un ratito, un gesto, un mal momento...
Y luego me arrepiento.
Mal No.
Por favor.